Entre aplausos, lágrimas y palabras de agradecimiento, los funcionarios del Hospital “Dr. Carlos Cisternas” de Calama, le hicieron una emocionante despedida al médico cirujano, dr. Petre Blagoday Radich Galleguillos. Luego de 42 años de servicio, se retiró del recinto, dejando una huella importante en la salud local.

“Encarna la historia misma de nuestro hospital y nuestra mística hospitalaria, entregando esfuerzos con su labor profesional, en condiciones difíciles en estos últimos 40 años de nuestra ciudad. Es por eso que toda nuestra comunidad hospitalaria lo despidieron agradecida de su esfuerzo deseándole un descanso merecido”, explicó el dr. Patricio Toro, subdirector médico del Hospital.

En la ceremonia, hablaron de su vida, las distintas anécdotas que vivió, entre ellas la inauguración de ambos hospitales de la ciudad. Su familia y amigos, le ofrecieron unas hermosas palabras en esta despedida. Entre ellas su hija, Yubitza Radich, ortodoncista del Hospital de Calama. “Nos comentaban, que fue inesperada la jubilación de mi papá, pero para nosotros también como familia. Esta despedida es un momento muy especial y se lo merecía, ahora le toca descansar, recibió mucho cariño al ver a todos sus compañeros reunidos (…) para todos los que trabajamos en el hospital, es un gran desafío seguir el legado de mi papá, hablando como profesional, nos ha enseñado a todos y dejó la vara muy alta”.

El exjefe de cirugía, es nacido en Calama y estudió en el Instituto Obispo Silva Lezaeta y posteriormente se fue a Santiago para entrar a la carrera de Medicina en la Universidad de Chile. En 1980 egresó y en 1982 volvió a la comuna, donde asumió su cargo en el Hospital de Calama de baja complejidad, donde partió con bajos recursos e incluso el mínimo de personal. Fue testigo del crecimiento de este recinto, con incontables anécdotas para contar.

“Después de 40 años, me voy con la satisfacción del deber cumplido, probablemente pude haber hecho más e incluso pude haberlo hecho mejor, pero lo hice lo mejor que pude. Agradezco el cariño de toda la gente del hospital, que me despidió con tanto afecto”, indicó el dr. Radich.

El cirujano se ganó el cariño de la familia hospitalaria, los que reconocen su profesionalismo y al mismo tiempo, sus ganas de trabajar en equipo. Posteriormente a la ceremonia, ante una muestra folclórica de cueca, de forma simbólica marcó por última vez su salida del recinto, junto a su familia, amigos, y todos sus compañeros de hospital.

“No se olviden que nuestro motivo son nuestros pacientes, para eso estamos, para trabajar para el paciente. Como me dijo un profesor, nuestro saco para curar es pequeño, para mejorar un saco un poco más grande y para consolar un saco enorme. Muchas veces tenemos que hacer solo eso, consolar. No olviden nunca, que un abrazo, unos buenos días o como amaneció a un paciente, ayudan, el cariño también sana. Quieran a sus enfermos y quieran este hospital”, concluyó.

Durante cuatro décadas vio los altos y bajos del hospital, recibió a cientos de médicos recién egresados, además de haber pasado por importantes manifestaciones cuando era parte de la directiva del Colegio Médico de Calama. Marcó varios hitos en la salud calameña e incluso, durante el 2021, uno de los quirófanos del Hospital de Calama fue bautizado con su nombre. Durante esta jornada, le puso fin a su trayectoria en este recinto público loíno, donde se fue como uno de los médicos más conocidos de la ciudad, que después de 42 años de trabajo, cuelga su bata para comenzar a descansar junto a su familia.